miércoles, 19 de septiembre de 2007

La travesía de viajar en Buenos Aires

Octavo día de lluvia en la ciudad, martes 18 de septiembre del 2007. Es de madrugada y un joven de 21 años toma el colectivo 17 en Recoleta y ya sentado arriba del bus es abordado por dos personas que le roban la billetera y dos tarjetas de débito. Uno de los ladrones baja y saca el dinero del banco mientras el otro en una especie de “secuestro virtual” (arriba del colectivo, con otros pasajeros incluso) le va pidiendo al chico secuestrado la contraseña de sus cuentas bancarias.
Mismo día a las 9 de la mañana, puerta del subte B. hay un tumulto de gente vestidos formalmente con expresiones de cansancio y frustración. Nadie informa nada pero la gente reunida en la puerta comenta entre sí que el servicio está cerrado. La desinformación es total y, a falta de tiempo, los individuos que esperaban tomar el subte caminan rápidamente hacia los colectivos y se van sin esperar las explicaciones de la empresa.
Final de ese martes, Caballito 21 hs. El colectivo 92 camino a Tapiales es “tomado” por unos tres ladrones que obligan al conductor a desviarse del recorrido hasta llegar a Ciudad Oculta, donde luego de haber extraído las pertenencias valiosas de todos los pasajeros, bajan y se escabullen entre los pasillos del barrio.
Estas tres situaciones ilustran como viajar en Buenos Aires se ha convertido en un deporte de alto riesgo en donde los participantes (o sea, todo aquel que tenga que movilizarse para trabajar, estudiar, etc. en la ciudad) deben sortear diferentes obstáculos encontrando soluciones paralelas para trasladarse a las 8 de la mañana y esquivar los peligros de la calle en vistas de conservar sus afectos personales a lo largo de la travesía.
Solo en Argentina se necesita tener tanta rapidez, determinación y creatividad en cosas tan básicas como viajar por la ciudad. Y es por ello que de nuestro país surgen los mejores creativos publicitarios del mundo que son los que piensan publicidades como las de unas galletitas (criollitas para ser mas exactos) que nos propone tener un tobogán de la casa a la oficina y así evitarnos el tráfico de la ciudad.

V.M.

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