miércoles, 19 de septiembre de 2007

Comunicando la muerte

Amnistia internacional informó mediante un comunicado de prensa que en el año 2005 fueron 20.000 el numero de personas condenadas a muerte en todo el mundo. Igualmente estas cifras son estimadas ya que gobiernos como el de China se niega a publicar datos sopbre el tema, o incluso el de Vietnam ha llegado a declarar “secreto de Estado” las estadísticas e informaciones sobre la pena capital. Pese a que en el ultimo tiempo las campañas de abolición de la pena de muerte han tenido éxito en numerosos paises, siento Mexico y Liberia los ultimos paises que eliminaron ésta práctica, el numero de personas que esperan ser ejecutadas es notorio, y mas notorio es que el 94% de éstas penas se dicataron en Arabia Saudita, China, Estados Unidos e Irán. Pero veamos algunas caracteristicas que el proceso de condenar a alguien a morir tiene en el mundo.

En China –el país donde se llevan a cabo casi el 80 por ciento de todas las ejecuciones– una persona puede ser condenada y ejecutada hasta por 68 delitos, incluidos delitos no violentos como fraude fiscal, malversación de fondos y delitos de drogas.En Arabia Saudita se ha sacado a personas de sus celdas y se las ha ejecutado sin que supieran que se les había impuesto la pena capital. Otras han sido juzgadas y condenadas a muerte en una lengua que no hablaban ni leían.En Estados Unidos, dos condenados a muerte quedaron en libertad en 2005 después de que aparecieran pruebas de su inocencia.Irán ha sido el único país donde, según las informaciones recibidas por Amnistía Internacional, se ha ejecutado a menores en 2005. En Irán se ejecutó al menos a ocho personas en 2005 por delitos que había cometido cuando eran menores, incluidas dos que tenían menos de 18 años en el momento de la ejecución. Estados Unidos prohibió la ejecución de menores después de haber sido el “líder mundial” en esta práctica.En Bielorrusia y Uzbekistán, por ejemplo, no se comunica por adelantado a los condenados a muerte ni a sus familiares la fecha de la ejecución, impidiéndoles así la ultima oportunidad para despedirse. No se entrega a los familiares el cadáver del preso para que lo entierren ni se les informa sobre el lugar del enterramiento.En Japón se ha condenado a muerte a varias personas después de maltratarlas y arrancarles “confesiones” forzadas por delitos que no habían cometido.

No solo estamos hablando de castigos injustos o de juicios con veredictos erroneos, estamos hablando de vidas, y por mas que luego el gobierno de turno admita algun tipo de error (cosa que dificilmente suceda) e intente una compensación a la familia … ¿como se calcula el valor de una vida? Es que simplemente la sangre no se negocia, la vida … vale vida.

FuenteAmnistia Internacional

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